16 mar 2009

¿A quién quieres más, a Carmela o a Enrique?


No podría responder a esa pregunta ni aunque me dieran un millón de años para pensármelo. Los dos son dos cachos de mí, y antes de elegir, me tiro al mar con un saco de piedras atado al cuello. Porque son mis hermanos.
Y supongo que cuando tenga hijos será igual.

Mis hijos serán lo primero, antes de mi misma, de mis hermanos, de mi pareja, de mis padres y de dios bendito. Exactamente igual, o al menos muy parecido, que debería ser para todas las madres del mundo.
Por eso no puedo entender por qué se da voz a determinadas indecencias en este país, y en este mundo.
Pero como tengo una racha optimista y me he prometido a mí misma no entrar en polémicas al menos hasta el martes (...) no hablaré en mi blog primaveral sobre esas voces de ignorantes, asnos prehistóricos y vomitivos que se creen con el derecho de juzgar las decisiones de los demás, la vida de los demás, o el amor de los demás.
No voy a ser yo quien dé más voz a quienes deberían llevar callados dos mil años, sin joder la marrana ajena.
Simplemente, me alegro por Andrés, porque tiene un hermano nuevo y eso siempre es bonito. Sobre todo, cuando tu hermano nuevo te trae un regalo más aparte de su existencia: una vida nueva y una salvación.
Y también me alegro por Javier, porque antes incluso de nacer ya ha hecho algo que muchos, muchos de los que le llaman "producto de laboratorio" no harán en toda su maldita existencia: salvar una vida. Algo que yo haría por Enrique o por Carmela ochocientos millones de veces, incluso aunque mi propia vida estuviera en juego.

Alguno de los que predica esta payasada del "producto de laboratorio" (una de las más aberrantes que escuché en mi vida) también ayudan un poquito, o mucho, a los demás. Salvan, mejoran y reconducen vidas de forma altruista y muy loable. Pero otros no: otros, los que más hablan, no hacen nada más por la vida que intentar joderla.
Esperemos, señores de negro y con collarines, que con el paso de los años, Por Dios o por el sol, o por el mar, o por quien más les guste... pero sobre todo POR FAVOR, dejen de jodernos la vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Adoro a aquellos/as que viven al pie del cañón y ayudan allá donde se necesita... mientras se colabore y se entregue de verdad..... en eso sí creo yo al 100%...

Al final siempre hay que mencionarlos... la ciencia tendrá sus polémicas, pero para mí hay cosas que están por encima de todo...

Eimmy dijo...

Blannn, simplemente... GENIAL.